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Hay dos ideas que resaltan cuando se intenta contestar cómo funciona el sistema de salud en Estados Unidos: Una de ellas es que la atención es de primer nivel, y la otra es que es costoso, económicamente hablando. Sin embargo, hay muchas opciones, incluso gratuitas, para acceder al sistema de salud.
La Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, según explica USA.gov, tiene planes para que familias e individuos puedan obtener un seguro de salud, sin que su nivel de ingreso o historial médico prive. Además, el Mercado de Seguros Médicos permite buscar y comparar pólizas que ofrecen cobertura médica, dental y visual.
Entre los programas públicos existentes destacan Medicare y Medicaid, además del popularmente conocido como ObamaCare, entre otros planes federales-estatales que brindan cobertura médica con algunas condiciones que varían según el estado donde viva el paciente y sus condiciones socioeconómicas.
Poco más del 40% de la población de Estados Unidos posee un seguro de salud privado, del cual gozan, en la mayoría de los casos, gracias a los beneficios que ofrecen las empresas en las cuales laboran, o también mediante contratos establecidos de manera particular.
De hecho, gracias a la Ley de Asistencia Asequible (ACA por sus siglas en inglés), poco más de 16 millones de ciudadanos, entre ellos un gran porcentaje de adolescentes, pueden gozar de asistencia médica y sanitaria. El programa Obamacare, de igual manera, ofrece muchos beneficios para la población, incluyendo descuentos o beneficios gratuitos en los planes de seguro.
Por otra parte, las compañías de seguro están reguladas por el Estado, que vigila de manera cercana y constante el alza de los planes de cobertura individual y personal.
“A diferencia de muchos países, en Estados Unidos se pueden asegurar personas con enfermedades preexistentes o crónicas, a quienes se les cubre el costo de atención médica y su tratamiento con fármacos”, explica Celso Rodríguez, corredor de seguros. Rodríguez amplía que gracias a ACA pacientes con cáncer o diabetes, ambas consideradas enfermedades crónicas como el alzheimer, entre otras enfermedades, que antes eran excluidos del sistema de salud ahora tienen más posibilidades de ser atendidos.
El sistema de salud de Estados Unidos tiene aspectos a mejorar, uno de ellos es el fácil acceso a los programas de asistencia pública, que a veces se ven saturados por la alta demanda o tienen trámites engorrosos.
Además, y aunque la inclusión de personas con enfermedades preexistentes y/o crónicas en los planes de seguro representan un avance desde el punto de vista social, este beneficio acarrea el aumento de las primas de las personas que ya tenían seguro.
No obstante, este beneficio ha permitido que más personas puedan tener un seguro médico a la medida de sus ingresos y con diferentes niveles de cobertura, lo que les abre la posibilidad de satisfacer sus necesidades de asistencia sanitaria.
En el mercado estadounidense existe una amplia oferta de seguros de salud, las cuales son ajustables a la realidad socioeconómica y a los requerimientos sanitarios de cada persona o familia.
Dada la variedad de planes y de precios, siempre es bueno contar con la asesoría de un agente de seguros, quien es la persona calificada para brindar su conocimiento y acompañarlo en la elección de la mejor opción.
Aunque ciertamente, cualquier persona puede ingresar al sitio web de una aseguradora y escoger un plan de seguros, la guía de un profesional puede ayudar a encontrar un plan hecho a su medida y entender cómo maximizar los beneficios.